Image description

Solón: Cifras no cuadran; no hay materia prima para las plantas de biodiésel


author

Edwin Cacho Herrera
Datápolis.bo

author

Amalia Pando
Cabildeo Digital

E

l biodiesel no es tan verde como se pinta. El proyecto del gobierno de Luis Arce demandará una cantidad impresionante de soya o de otro producto agrícola y para su obtención en volúmenes industriales tendrá que deforestar y deforestar no solo en Santa Cruz pero también en la selva amazónica del norte de La Paz.

La Fundación Solón realiza investigaciones periódicas sobre temas candentes, el biodiesel entre ellos. Así que nos brinda una gran oportunidad para sacar a la luz los oscuros entretelones que el gobierno oculta.

Pablo Solón, director de esta Fundación, ya está con nosotros y sin más le lanzo la primera pregunta:

¿Crees que el biodiesel made in Bolivia resulte más barato que el diésel importado?

No se puede hablar en términos precisos porque depende de dónde el biodiesel sea fabricado, de dónde es importado, pero más o menos el rango es casi el mismo. Un litro de biodiésel va a estar entre los ocho bolivianos a 12 bolivianos y el diésel importado actualmente a Bolivia va a estar en el rango de los nueve a 11. Y eso depende de con qué dólar lo vas a cotizar, si con el dólar oficial o con el dólar real. Entonces no tenemos una gran diferencia en su costo.

Entonces, así produzcamos mucho biodiesel, que no será el caso, habrá que seguir con la subvención

La diferencia en verdad es que habrá que subvencionar, pero esa subvención, según la lógica del gobierno, será a actores nacionales, o sea, será una subvención en bolivianos, mientras que cuando se importa el diésel, la subvención sale hacia afuera y sale en dólares, dólares , como todos sabemos, actualmente no tiene el gobierno de Bolivia.

De acuerdo a la información del gobierno, la planta de Santa Cruz va a producir 1.500 barriles al día. Eso es pues poquísimos, son como 250.000 litros al día y se consumen 7 millones al día. Ni medio millón se va a producir y se consume 7 millones. O sea, la participación es baja. El objetivo será la mezcla, aumentarle un poquito al diésel importado, como ya se está mezclando con alcohol. ¿Cuáles son tus cálculos?

Bueno, en la propuesta del gobierno, que en gran medida todavía está en el papel, van a ser tres plantas: dos plantas de biodiésel una tercera planta de HVO que es otro tipo de diésel que ya se puede utilizar en un 100 % para sustituir al diésel que importamos.

Tienes toda la razón. Estas dos primeras plantas de biodiesel solamente van a servir para añadir al diésel o para sustituir, mejor dicho, un 10% del diésel que se importa. Es decir, si tú produces 1.500 barriles, tienes que mezclarlo con una cantidad de aproximadamente nueve veces ese volumen.

Según los datos del gobierno, lo que ha ocurrido hace pocos días es la inauguración de la primera planta y cuando haya la segunda y luego la planta de HVO , que todo debería estar listo para el año 2025, se logrará sustituir el 43 % de todo el diésel que se importa.

¿Qué hemos visto, según nuestro análisis ? Primero, que no cuadran las cifras, que no es real el beneficio económico. Segundo, que va a tener un impacto ambiental. Y tercero, que ya ha empezado a tener un impacto social negativo.

Déjame adivinar: el origen de los males está en la materia prima.

Ese es el problema. Entonces, el plan del gobierno tiene tres fases. La producción del biodiesel es la tercera fase.

La primera fase es sembrar, cultivar, tener cultivos de oleaginosas que te producen aceite, ya sea jatropha, mocororó, palma africana o soya. Y estas tienen que producir suficiente materia prima para que se entre a la segunda fase, que es la producción de aceite. El Gobierno ha contemplado cuatro plantas para producir aceite.

Y la última fase es ya convertir ese aceite en diésel. Pero tú tienes que tener primero el litro de aceite, sea aceite de soya, sea aceite de palma africana, sea aceite de jotropha, tienes que tener ese litro de aceite. El Gobierno, en la primera fase, ha empezado a poner ya una serie de incentivos para que se empiece a cultivar la materia prima.

Puedo concluir que la recientemente inaugurada planta de Santa Cruz no cuenta con materia prima. Esta ya es una norma en el gobierno, hacen plantas y después piensan: oh, ¿y de dónde saco la materia prima? Y este parece ser el caso.

Este es el caso, efectivamente. ¿Por qué? ¿cuál es problema? En el caso de palma africana, que es para la planta más grande, la de HVO , que es el caso que más hemos seguido como Fundación Solón, la cantidad de plantines que van a poner, más allá del impacto ambiental y social, pues no llegan a abastecer ni siquiera el 20 % de la capacidad de la planta de HVO que el gobierno anuncia que va a construir y que es la más grande.

Y el gobierno ahora dice: hemos inaugurado la planta, pero resulta que no hay producción suficiente de jatropha y mocororó. Entonces se va a producir con soya. Pero la soya en relación a la jatropha, el mocororó y la palma africana, es la de menor rendimiento por hectárea. ¿Qué quiero decir? Que más o menos por una hectárea con cultivos de soya uno puede producir entre 500 a 800 litros. Es nada, es muy poco. Con palma africana uno puede producir 3000 litros por hectárea. Eso ¿qué quiere decir? Que la cantidad de hectáreas que se necesitaran para poder abastecer estas plantas, si lo hacen con palma africana, aquí en el norte de la Paz, van a tener que deforestar más o menos unas 160.000 hectáreas.

Es terrible. La deforestación va a ser en la zona amazónica. Y además hay muchos otros que dicen no es adecuada para cultivos intensivos agroindustriales como los que necesitaría el gobierno para abastecer su planta. Y aunque lo lograra, resulta que aunque deforeste las 160. 000 hectáreas en la Paz, todo eso solo le abastece más o menos entre el 18 al 20 % de la capacidad instalada de la planta.

Tan terrible como que al final de cuentas van a tener que importar materia prima, lo que va a contrapelo del proyecto, porque para importar se necesitan dólares.

Exactamente. Entonces los números no cuadran. Nosotros hemos hecho un análisis de estas tres fases y al final, si no son capaces de tener la suficiente materia prima, pues no van a poder abastecer estas plantas.

En el caso de esta planta de Santa Cruz, que es la más chiquitita, probablemente en gran medida logren hacer un abastecimiento a base de soya, favoreciendo a los grandes productores soyeros que se van a beneficiar con que van a tener un mercado bastante seguro para colocar la soya en una situación que se ha vuelto un poco compleja en los últimos meses.

Fruto de la palma africana que se usa para extraer aceite, materia prima del biodiesel

Sin embargo, si sube el precio de la soya a nivel internacional, que ya se está recuperando, tal vez no sea interesante vender esa materia prima para el biodiesel, salvo que el gobierno los obligue.

Depende del precio internacional totalmente, efectivamente, depende del precio y depende también de la cantidad que se demande de soya. Y ahí lo que esta planta va a incentivar es una ampliación de la frontera agrícola para la soya. Hasta ahora los planes para la jatropha, el mocororó y, peor, la palma africana, son planes poco transparentes y que aún están en el papel, no suman, no permiten garantizar la materia prima para estas tres plantas.

Además, Pablo, si plantas estas palmas, hay que esperar que crezcan y den frutos, pues toma tiempo, no es que plantas hoy y cosechas mañana, les tomará un tiempo.

En el caso de la palma africana, primero no es un cultivo nativo, como su nombre lo indica, es africana viene muy de afuera, tarda entre cuatro a cinco años. Han empezado a poner varios viveros, tanto en el norte de la Paz como en el Beni. No son plantines chiquititos, son plantines grandes. No han identificado bien dónde los van a sembrar, dónde los van a colocar. Definitivamente han pensado que, bueno, todas las comunidades indígenas, campesinas iban a decir qué maravilla, yo empiezo a sembrar. Y no ha sido así porque las comunidades de esa región ya han tenido una mala experiencia con la empresa azucarera de San Buenaventura.

Esa planta, ¿está cerrada?

Actualmente San Buenaventura está funcionando a un tercio de su capacidad. Y resulta que nada de lo que se anunció se hizo real. Y muchas comunidades, muchos comunarios tienen deudas con el estado, porque el estado les dio dinero para deforestar, 1.000 dólares, más o menos, por hectárea, porque no es que llegue el plantín y ya está listo el terreno, es una zona amazónica. Entonces empiezan a haber problemas sociales. Algunas comunidades han dicho: “ miren, llévenselo nomás, sus plantines no los queremos en el territorio” . El valor que les están pagando no cuenta. Dicen que tienen que alinear en viveros una gran cantidad de plantines para poder sacar un jornal que no alcanza ni siquiera los 100 bolivianos. Entonces, esto ha generado un malestar en el territorio indígena Tacana, porque ya ven que es mucho el trabajo que están teniendo en el vivero, y no estamos hablando todavía de la plantación en grande, y que están siendo mal remunerados.

Eso mismo pasó con la caña para el ingenio de San Buenaventura

Fue terrible. En cierta medida fue así. Se calcularon mal los rendimientos. El gran problema es que la Amazonía no es para la agricultura, No tiene un rendimiento adecuado, apenas es de un tercio del rendimiento en otras zonas del oriente boliviano. No es un terreno adecuado. Y no sabemos qué estudios ha hecho el gobierno para suponer que la palma africana le dará buenos rendimientos, ¿no?.

Lo concreto es que se utilizará soya. Eso es lo que hay. Y van a tratar de canalizar toda la producción cruceña de la soya para abastecer las plantas.

Yo pensé, porque así se anunció, que la planta del Alto iba a ser una planta para reciclar el aceite usado. Eso es fantástico. Pero resulta que de acuerdo al proyecto de construcción de la Planta II, a cargo de la empresa “ Carlos Caballero”, la misma que construyó la planta de agua para la Planta de Carbonato de Litio en el Salar de Uyuni, se establece que la participación del aceite usado es solo una parte y que al final de cuentas será una planta que también va a utilizar aceite de soya. De tal modo que la soya va a tener que venir desde Santa Cruz. La planta está en el Alto y la materia prima va a venir de Santa Cruz. ¿ No es de locos?

Mira, la situación es así. Van a haber dos plantas de biodiésel de 1.500 barriles día, una en Santa Cruz y otra en el Alto. Aparte va a haber la famosa planta de HVO , que es de 9000 barriles/ día en Santa Cruz. Y, tenemos lo que tú dices, que es una planta de reciclamiento de aceites usados. Pero, para decirte, para tener una idea de la capacidad, las plantas aceiteras, las que producen el aceite, no todavía el biodiesel, el aceite, tienen una capacidad de 79.200 toneladas/día. Mientras que la planta de aceite usado, de grasas, tiene una capacidad de cinco. O sea, estás hablando de 79 vs.5. Está muy bien esa planta, pero esa planta es más que insignificante en la cifra global. O sea, no es ni el 0,01. %. O sea, es bueno para hacer show.

Hablemos de la inversión, la planta de Santa Cruz costó 47 millones. La planta de El Alto otros 40 millones de dólares. ¿Hay sobreprecio?

No podría afirmar que hay sobreprecio. No hemos hecho un estudio a ese nivel. Si podemos decir, mira, las tres plantas, las dos de Santa Cruz, la grande y la pequeña, y la del Alto, suman en total 387 millones de dólares.

O sea, y aquí viene la confusión. Todo el presupuesto nuevamente tiene estas tres fases. Hay una fase que va a la materia prima, a los viveros, a producir los plantines, etc. Eso es una inversión de $69 millones. Después tienes las plantas aceiteras, las que te producen aceite de palma africana, aceite de jotropha, aceite de mocororó. Esas tienen un presupuesto de 121 millones.

En tercer lugar tienes las plantas de biodiesel y HVO , que esas suman 387 millones. En total. Toda la intervención, toda la inversión en sus tres fases, suma arriba de los 578 millones de dólares, según datos oficiales.

La información sobre inversión en plantas de biodiesel en Argentina y Paraguay, todas privadas, muestran montos muy por debajo a los 40 millones gastados en la inaugurada en Santa Cruz.

No podría darte razón. Pero, por ejemplo, en el Paraguay, si tú quieres hacer una comparación, en Paraguay están hablando de una planta, con una producción que no es de 1500 barriles, sino es de 1000 barriles, y su precio está alrededor de los 15 millones de dólares . Eso es más o menos casi un tercio, un poquito menos de un tercio de lo que costó la planta de Santa Cruz. Yo creo que sobre este tema es necesario hacer una investigación muy a fondo. Pero debo decir que nosotros no henos entrado a revisar ese tema.

Una inversión de casi 600 millones de dólares tiene que tener una buena justificación. No vaya a ser otro fiasco.

El argumento se justificaba. Si vas a reemplazar el 43 % del diésel importado, bueno, invertir 600 millones para evitar un gasto de 1.160 millones , monto que se gastó solamente en diésel en el 2022, parece interesante.

Pero, debemos decir, en realidad la producción de dos plantas no van a sustituir en su totalidad el diésel importado, son para mezclar. La única que sustituye en su totalidad es la de HVO. Las otras te amarran más bien al diésel de petróleo. Si tú produces 10.000 litros de biodiésel, necesitas 90.000 litros de diésel para mezclarlo. Y eso lo tienes que importar, porque YPFB no lo puede producir. Supongamos que tengan éxito total y cumplen las metas, no sé cómo. No quiere decir que sustituyan importaciones, tienen que seguir importando para mezclar 90 % de importado con 10 % de biodiesel. Esa es la realidad. Entonces, en esas condiciones, invertir 600 millones de dólares sin haber hecho estudios de impacto ambiental, sin mostrar los estudios de factibilidad, es algo muy grave. Y esto ya lo planteó Luis Arce Catacora, incluso durante su campaña electoral. Lo hemos seguido desde entonces y los discursos han ido cambiando.

Pablo, ¿crees que el biodiesel sea verde, es decir, amigable con la naturaleza?. En Europa se les acabó el entusiasmo inicial por el biodiesel, porque han visto el impacto de horror que ha tenido en los países que producen la materia prima, sobre todo el incentivo a la deforestación ¿ Qué presumes que ocurrirá en el país?

El biodiesel en verdad no debería llamarse biodiésel, es un agrodiésel, no tiene nada de vida, va a deforestar terriblemente. Si realmente estas tres plantas funcionarán al 100 % de su capacidad, la suma total de deforestación entre los tres cultivos de los que hablan, porque hay que decir que ellos originalmente no dijeron que el principal cultivo iba a ser soya, nos estamos acercando a casi el medio millón de hectáreas nuevas deforestadas. O sea, el impacto sobre los bosques será terrible. Entonces, hablar de que se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, es cierto, el vehículo no bota la misma cantidad de carbono, pero el impacto que tiene en toda su cadena productiva es muy grande en términos de deforestación y en términos también del uso de diésel que se utiliza para los cultivos, los tractores, hacer funcionar las plantas, etc. Y a esto tenemos que sumarle los otros impactos, porque no es solo deforestación, es el consumo de agua, el impacto tendrán estas plantaciones en términos de consumo de agua de fuentes subterráneas, de ríos, etc.

Además, ¿te imaginas el impacto sobre la biodiversidad? porque en la Amazonía al limpiar tal cantidad de hectáreas tendrá un impacto terrible sobre la biodiversidad. Por eso la Unión Europea dejó de importar biodiesel de países que están contribuyendo a la deforestación.

Y, desde el punto de vista de la rentabilidad económica el resultado es incierto. Una inversión muy alta para un objetivo de coyuntura, casi mezquino, el ahorro de divisas. Bien se podria permitir que el sector privado corra este riesgo.

La inversionista privado o grupo de inversionistas privados se animaría a invertir 600 millones de dólares en este negocio. Es decir, es una inversión colosal, con una cantidad de riesgos espectaculares en términos del precio, en términos de los costos de producción, de los impactos ambientales y de los problemas sociales que ya está generando.

Hay que ver los otros países en Sudamérica. Brasil y Colombia, ya producen biodiesel , y ya se puede ver el impacto ambiental, pero también los impactos sociales que causa la producción de la materia prima para el biodiésel. Y nosotros en pequeñito ya lo hemos visto en el caso de la palma africana, en el territorio indígena takana, las propias comunidades dicen no, esto no funciona así, no puede ser. Entonces, yo creo que veo pocas posibilidades de que esto funcione. Además, no cuadran las cifras del gobierno, nunca podrá abastecer esas plantas con materia prima nacional, ¿no? Con las cifras de plantines que están cultivando y 36 para masificar en el país, no es posible.

Con un “hasta pronto” y con el compromiso de seguir investigando sobre esta materia, nos despedimos de Pablo Solón. Y al cierre de la redacción de esta entrevista me llegó un comunicado de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (ANAPO) que advierte sobre la caída de la producción de soya, la peor crisis en 30 años, dice. En comparación al año pasado, se produjo 800 mil toneladas menos, lo que significa una perdida de 300 millones de dólares.

Conclusión: si el gobierno apostaba a la soya como la principal materia prima del biodiesel tendrá enorme dificultades para abastecerse.