Image description
E

l triple crimen que escandalizó a Argentina tiende a esclarecerse. La declaración de una de las personas detenidas ante autoridades fiscales reveló que Lázaro Víctor Sotacuro (40), capturado en el municipio boliviano de Villazón, es el verdadero jefe de la banda de narcos peruanos y, por tanto, jefe de Tony Janzen Valverde Victoriano (20), alias Pequeño J.

La declaración de Celeste Magalí González Guerrero, una de las nueve pesonas detenidas por el narcofemicidio de Lara Gutiérrez (15), Brenda del Castillo (20) y Morena Verdi (20), dio cuenta del rol de Sotacuro, quien se presentó como un simple remisero, pero que sería el líder de la banda narco.

Según González Guerrero, Sotacuro habría participado en los asesinatos y tendría una jerarquía mayor a la del Pequeño J, desmintiendo la versión del capturado en Bolivia, quien aseguró que su papel se limitaba a transportar a las víctimas hacia la casa alquilada por Gonzales Guerrero en el barrio Florencio Varela y luego a los asesinos.

González Guerrero, una de las primeras detenidas, era la inquilina del domicilio donde ocurrieron los asesinatos. En su declaración, aseguró que los homicidios fueron transmitidos a través de la aplicación Zangui y que el motivo del crimen sería que dos de las víctimas habrían robado 30 kilos de cocaína.

Publicidad Coca Cola

La mujer señaló que ella no estuvo durante los hechos en su casa, sino que indicó que durante ese tiempo salió a vender droga, por lo que los detalles del crimen los habría conocido a través del relato de su pareja, Miguel Villanueva Silva, quien también está detenido.

Además, sostuvo que cuatro días después de la masacre, se enteró de que las jóvenes habían sido enterradas en su patio.

“Llega el viernes y Julio (pseudónimo de Pequeño J) me llama para que le abra el portón, yo abro, entra una camioneta Chevrolet color blanca, y descienden las tres chicas y tres masculinos más, entre esos estaba Julio, que me ayudó a cerrar el portón”, declaró González Guerrero. Sotacuro se hacía llamar “Duro”.

A continuación afirmó que Villanueva fue uno de los asesinos. “Mi pareja Miguel me dijo que mató a esa chica con un destornillador. Me dice que él le dijo a 'Lara' que si le hacía el amor rico al sujeto que tenía un arma Glock, a lo mejor vivía”, detalló, según publicó el portal Vía Zeta.

Publicidad BCP

“Me dijo que ese hombre le dijo a Lara que se iba a morir igual pero no iba a sufrir como las otras. También me contó que la asfixió y que él le puso la pierna en el estómago para matarla más rápido”, agregó.

Además señaló que “a Brenda la mataron primero, luego Morena y última Lara. Mencionó que a la que le cortaron los dedos, estaban jodiendo con que uno de sus falanges se lo comió su perro llamado Pantera. Así las mataron”.

Por otro lado, confirmó que los asesinatos fueron transmitidos a otros miembros de la banda. “Me dijo que estaban haciendo una videollamada por Zangui”, aseguró.

“Las mataron porque le robaron 30 kilos de cocaína al ´Duro’ (Sotacuro). Dos de las chicas fueron, sé que una era Brenda, pero la otra no sé quién fue. Aunque creo que la de 15 años no tenía nada que ver”, señaló.

“Duro (Sotacuro) estaba por encima de Julio (Pequeño J), era el que me daba órdenes. Miguel estaba por debajo de Julio. Miguel lo hizo gratis eso, lo de matar a las chicas, porque no le dieron nada. Matías me contó que a Julio alguien, que no sé quién es, le pagó un millón de dólares por lo que hicieron”, añadió en su declaración.

González Guerrero habría vuelto a su casa alrededor del sábado a las 04:00, cuando los asesinatos ya habrían sucedido. Afirmó que en el lugar estaban el Pequeño J, Matías Ozorio, Sotacuro, Villanueva y dos personas más.

En su testimonio también dio detalles sobre los escalafones dentro de la organización criminal. Según la jerarquía de mayor a menor, la banda los nombraba como “abuelos”, “papá”, “tío”, “pequeño” y “bebés”. De ahí que a Sotacuro lo nombre como “Tío Julio” y a Valverde como “Pequeño J”.

Se informó que Pequeño J, actuando como sicario, debía cobrar un millón de dólares por el asesinato de las muchachas, en un acto de venganza por la cocaína robada a Sotacuro, aunque la cantidad aún no fue precisada porque hay versiones de de 3 kilos, 30 kilos o 400 kilos.