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dos semanas (1 al 15 de junio) de iniciados los bloqueos de caminos y carreteras que unen los departamentos de Santa Cruz, Cochabamba, La Paz, Oruro y Potosí dirigidas por el caudillo cocalero Evo Morales, hay diferentes ganadores y perdedores económicos producto de estos hechos. El cocalero pretende ser el ganador político, pero varios sectores sociales se consideran ganadores económicos, interesados además en que los bloqueos continúen y se profundicen con el fin de aumentar sus ganancias.

En los bloqueos se han producido lamentablemente muertes y heridos policías y otros por la violencia de los simpatizantes y francotiradores del cocalero, y se ha detectado la participación directa de narcotraficantes y contrabandistas de la zona llamada “México Chico”.

Entre los ganadores económicos en los departamentos mencionados se encuentran los grandes comerciantes mayoristas del sector alimentario de diferentes rubros, los vendedores de productos perecederos de carne de res y avícolas, de frutas y legumbres, así como de los no precederos de granos como el trigo, el maíz, el arroz, soya, etc., para consumo humano y animal.

Los comerciantes mayoristas se caracterizan por su gran capacidad de almacenaje, de ocultamiento y de elevación de los precios de venta al sector de los medianos comerciantes de las ciudades grandes, medianas y pequeñas. Estos a su vez, mediante nueva modificación de volúmenes y precios, los venden a los pequeños comerciantes. Estos, finalmente, los revenden a los consumidores finales que no tienen más remedio que comprarlos a cualquier precio y calidad para alimentar a sus familias.

También existe en el mercado una gran diversidad de alimentos manufacturados importados de gran consumo sobre todo por la clase media de las ciudades. Los grandes importadores de estos bienes comenzaron a especular con los precios de venta a los comerciantes medianos cuando desde los años 2022 y 2024 elevaron sus precios consecutivamente a la escases de dólares en los mercados. Los bloqueos de caminos de las últimas semanas dieron un nuevo impulso a la inflación general en el país y a la aceleración del alza de los precios en los departamentos mencionados.

Otros ganadores de los últimos bloqueos son los bancos. Se considera que las ganancias extraordinarias obtenidas estas últimas semanas por los mayoristas, minoristas, importadores y otros intermediarios del sector agroalimentario son depositadas en los bancos nacionales. En estos casos lamentablemente no se puede afirmar que el ahorro pueda contribuir a la inversión, mucho menos a la inversión productiva en el medio y largo plazos, como lo plantea la teoría económica, debido al contexto restrictivo dominante en el país para los inversionistas. La intermediación bancaria tendrá en general ingresos suplementarios interesantes resultado de los bloqueos mencionados lo que compensará en parte la mediocridad de sus haberes resultado del funcionamiento declinante de la economía en los últimos veinte años.

Finalmente, otros ganadores, pero a mediano y largo plazo de las los bloqueos de las últimas semanas pueden ser los “inversionistas” que financian los bloqueos. Se considera que estos vienen en general de las áreas cocaleras y de sectores aledaños y relacionados. Las ganancias de este sector pueden no esperarse para el corto plazo, pero si obviamente para el mediano y el largo plazo. Sus ganancias podrán, sin embargo, ser colocadas posteriormente en el sistema bancario nacional, las que sin embargo podrían ser detectadas por el GAFI, el Grupo de Acción Financiera Internacional encargado de investigar el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo en América Latina. Bolivia fue incluida recientemente en la “lista gris” de los países que no siguen las normas internacionales en estas materias.

En cuanto a los “sectores perdedores” de los bloqueos de las últimas semanas podemos incluir en primer lugar a los empresarios productores de alimentos sobre todo de la región de Santa Cruz. Se estima que estos empresarios son los productores de más del 75 por ciento de los bienes alimenticios perecederos y no perecederos de la población boliviana. Debido a los bloqueos estos alimentos, sobre todo los perecederos, se deterioran y se pierden en pocos días. Miles de estos productores no cuentan con sistemas de almacenaje y de conservación de los alimentos producidos. El sector pierde diariamente miles de ingresos por no poder enviar sus productos tanto al mercado interno como al externo. Sus pérdidas se acumulan a las que ya sufrían desde los años anteriores resultado de las políticas económicas restrictivas aplicadas por los gobiernos desde hace 20 años. Por otra parte, los productores son víctimas de la pérdida de los mercados internos y externos, conseguidos en general luego de largas y difíciles negociaciones.

Otro grupo que sufre grandes pérdidas por los bloqueos es el enorme sector del transporte pesado de larga distancia, especializado en los alimentos producidos por los agroempresarios de Santa Cruz. Este sector ya sufría considerablemente desde hace más dos años por la falta de combustible para sus vehículos, pero el bloqueo reciente provocó además la falta de pago a los bancos acreedores.
Finalmente, la gran perdedora de los bloqueos y del alza de precios de los alimentos es la población mayoritaria del país, son las familias más pobres y desocupadas de las ciudades y del campo. Estas familias que vivían desde hace muchos años sin recursos y sin trabajo, que sobrevivían de pequeñas actividades comerciales informales en las calles tuvo que enfrentar abruptamente una nueva alza de precios de sus alimentos principales. El hambre aumenta en las familias.

Más allá de los bloqueos recientes la población boliviana en general, de las ciudades y del campo, sufre por la mala situación de la economía desde hace 20 años y más. El desempleo aumenta cada año lo que causa que las calles de las ciudades se llenen de familias de desocupados y de pequeños comerciantes informales. Lo que más crece y se amplía en Bolivia es la informalidad social. No existen perspectivas de mejora de la economía y del empleo para los próximos meses e incluso años. La miseria de la población mayoritaria es aprovechada políticamente en las carreteras por los políticos que profundizaron el atraso y el subdesarrollo de Bolivia.

Bernardo Corro Barrientos es economista y antropólogo.

El presente artículo de opinión es de responsabilidad del autor y no representa necesariamente la línea editorial de Datápolis.bo.