
n pasados días, para ser exactos el 6 de junio, según el calendario electoral salió la nómina de los candidatos habilitados como inhabilitados, un dato muy curioso fue el porcentaje del 63% de los candidatos que no cumplieron con los requisitos establecidos en la norma electoral, llegando apenas en un 27 % los habilitados.
Haciendo un breve repaso: La Fuerza del Pueblo (UCS) de 292 presentados 80 Habilitados; Libertad y democracia (ADN) de 330 presentados 215 habilitados; Libre (FRI/DEMOCRATAS) de 314 presentados 80 habilitados; Alianza Popular(MTS) de 336 presentados 87 Habilitados; Unidad (UN) de 348 Presentados 230 habilitados; Sumate de 340 Presentados 191 habilitados; MAS-IPSP de 344 presentados 118 habilitados; Morena de 344 Presentados 7 Habilitados; NGP de 318 presentados 119 Habilitados; y PDC de 320 Presentados 50 habilitados.
Con esos bochornosos datos, de 5 siglas y 5 alianzas políticas, que evidentemente no cuentan con la capacidad de presentar sus planchas debidamente acreditadas, nos sumergimos a las elecciones 2025, que para muchos es la mas importante de los últimos tiempos, máxime cuando cumplimos nuestro Bicentenario como nación, sin embrago, será bueno repasar las características de un partido político serio en cualquier parte el mundo que se basadas en:
1.- Una Ideología definida, donde se debe contar con un conjunto claro de ideas, valores y principios sobre cómo debe organizarse la sociedad, la economía y el Estado. 2.- Programa Político con un plan o propuestas concretas de gobierno que indique qué políticas implementará si accede al poder. 3.- Organización Interna, donde se cuente con estructura jerárquicas. 4.- Afiliación Ciudadana, referente a la capacidad para reclutar y movilizar militantes o simpatizantes, permitiendo la participación activa de la sociedad. 5.- Participación Electoral, presentar candidatos a elecciones para cargos públicos (presidente, vicepresidente, senadores, diputados) de manera responsable. 6.- Representatividad, capacidad de representar a sectores de una sociedad que sirva como canal entre la ciudadanía y el gobierno. 7.- Legalidad y Reconocimiento, que debe estar registrado y autorizado por el órgano electoral correspondiente. 8.- Capacidad de negociación y alianzas que pueda establecer coaliciones o acuerdos con otros partidos especialmente en un sistema multipartidista. 9.- Responsabilidad y Transparencia que tenga la obligación de rendir cuentas a sus militantes y a la ciudadanía. 10.- Formación Política, el de brindar espacios de capacitación y formación a sus militantes para fomentar el liderazgo y el conocimiento político.
Como pueden dar lectura, un partido político serio se caracteriza por una combinación de principios, organización y comportamiento coherente con el fortalecimiento de la democracia y el bien común.
Entrado a nuestra realidad nacional, se podrán dar cuenta que ninguno de los partidos políticos, siglas o alianzas, cumplen con estas características tan elementales, más al contrario van mostrando señales de falta de solidez, seriedad y de responsabilidad, mostrando una faceta de simples “movimientos políticos” coyunturales.
Vemos ejemplos claros de; partidos con ideología demarcada hasta en sus mismas iniciales con candidatos de ideologías diferentes; partidos o siglas que están dispuestos a alisarse con sus propios verdugos históricos con el fin de conseguir cuotas de poder; siglas que ofrecen su legalidad de participación electoral a cambio de sumas de dinero; partidos o siglas que no cuentan con la capacidad de llevar a sus mismos militantes a candidaturas determinantes y se ofrecen a terceros; siglas o partidos que no cuentan con el mínimo de militantes o simpatizantes dentro sus filas; partidos y siglas que solo dependen de su caudillo; y tantos ejemplos que podemos citar. No podemos negar que hoy vivimos la falta de partidos políticos sólidos y serios en Bolivia y esta se debe a una combinación de varios factores entre ellos los históricos, estructurales, culturales y políticos que han debilitado la institucionalidad partidaria.
También demarcar una latente crisis de representación y sobre todo de desconfianza del ciudadano hacia los partidos o siglas políticas que las ven como instituciones desconectadas de las verdaderas necesidades de la población, lo que genera esa apatía.
Se requiere partidos o siglas políticas basadas en la institucionalidad.
William Torrez Pérez es político y exasambleísta departamental de Oruro.
El presente artículo de opinión es de responsabilidad del autor y no representa necesariamente la línea editorial de Datápolis.bo.