
iguel Uribe Turbay, senador y precandidato a la presidencia de Colombia, atacado por un joven sicario, volvió a estado crítico luego de sufrir en las últimas 48 horas una hemorragia en el sistema nervioso central, por lo que permanece bajo pronóstico reservado en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Fundación Santa Fe de Bogotá.
Esta condición médica, considerada una de las emergencias más graves en neurología, requiere intervención inmediata y cuidados permanentes para evitar complicaciones potencialmente mortales, informaron medios locales e internacionales como Infobae.
La Fundación Santa Fe de Bogotá informó este sábado que el congresista revirtió su estado clínico a una condición crítica. El también precandidato presidencial por el Centro Democrático fue sometido a procedimientos neuroquirúrgicos de urgencia con el fin de estabilizarlo.

En el comunicado oficial, el centro hospitalario detalló que el paciente permanece bajo manejo integral y multidisciplinario, con monitoreo hemodinámico y neurológico permanente.
Un adolescente de 15 años le disparó en la cabeza en una plaza de Bogotá hace dos meses. El joven sicario fue contratado por personas que planificaron el ataque armado. Hasta el momento hay por lo menos cuatro detenidos, entre ellos una joven, pero los autores intelectuales del atentado aún no fueron arrestados ni se conocen las verdaderas razones del ataque.
La hemorragia cerebral es una de las patologías neurológicas más peligrosas, con una tasa de mortalidad cercana al 40%, según estudios médicos. El pronóstico varía según la localización del sangrado, la extensión de la lesión, la edad del paciente y la rapidez en recibir tratamiento especializado.

Las principales complicaciones incluyen la expansión del hematoma inicial, la acumulación de líquido en los ventrículos cerebrales (hidrocefalia), convulsiones, trombosis venosa, aumento crítico de la presión arterial, fiebre e infecciones asociadas a la hospitalización.
Aun cuando el paciente sobrevive, las secuelas pueden ser significativas y permanentes. Entre ellas se encuentran la pérdida de la capacidad para comunicarse, problemas de visión, dificultades para tragar alimentos, pérdida de sensibilidad en distintas partes del cuerpo, alteraciones motoras, neumonía y trastornos emocionales como depresión.