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asaron cuatro meses incomunicados en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), la megacárcel construida por Nayib Bukele para encerrar a pandilleros en El Salvador. Este viernes llegaron a Venezuela tras un canje de presos a tres bandas que involucró al propio Bukele, a la Administración de Donald Trump y a Nicolás Maduro.

Pasadas las siete de la tarde aterrizaron en el aeropuerto de Maiquetía dos aviones con los 252 migrantes venezolanos enviados en marzo por el magnate republicano al país centroamericano acusados de pertenecer a la banda criminal Tren de Aragua, reportó el diario El País de Madrid.

“Entregamos a unos asesinos por ustedes”, les dijo el ministro Diosdado Cabello cuando los recibió dentro del avión junto con la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, y su hermano Jorge, presidente de la Asamblea Nacional y principal operador político de Maduro.

Así explicó la negociación entre Washington y Caracas que permitió el canje de 10 estadounidenses detenidos, la concesión de medidas cautelares para 80 presos políticos venezolanos y la entrega de los deportados que estaban en El Salvador y otro grupo que llegó de Estados Unidos en el que venían siete niños separados de sus familias.

Dentro del avión, los jóvenes no dejaban de dar las gracias. Cantaron el himno nacional, bajaron de las aeronaves y estrecharon uno a uno la mano de Cabello, quien ha sido el vocero de esta operación que el chavismo ha calificado como su “nuevo milagro”.

Los deportados serán sometidos a chequeos médicos y,según el funcionario, este domingo posiblemente ya estarán reunidos con sus familias, que se enteraron de las negociaciones y de su regreso este mismo viernes por las noticias, horas antes de que aterrizaran los aviones. El pasado marzo también se enteraron por las noticias de que habían sido enviados a El Salvador.

El ministro Cabello aseguró que del grupo solo siete tienen antecedentes penales en Venezuela por delitos graves. Estados Unidos los expulsó el 15 de marzo recurriendo a la Ley de Enemigos Extranjeros con acusaciones de pertenecer a la banda delictiva del Tren de Aragua.

La mayoría fue detenida por infracciones migratorias y por tener tatuajes. “Les dispararon perdigones cuando iban subiéndose a los autobuses”, dijo Cabello que le contaron los migrantes retornados. “Esos muchachos vienen con heridas. Tienen marcas por todo el cuerpo, una vez al día les daban comida. Vienen con hombros dislocados. Cejas partidas. Uno tiene una infección en la pierna que no atendieron nunca. Los acorralaron como a unas bestias. Ellos estaban en el infierno. Hoy están en Venezuela”.

Maduro siguió la llegada de los aviones desde un encuentro con campesinos. En cadena nacional dio más detalles de lo que supuestamente vivieron los venezolanos en la megacárcel de máxima seguridad, construida por Bukele para recluir a pandilleros de la Mara Salvatrucha, pero donde también han sido llevadas personas detenidas en medio del estado de excepción vigente en el país centroamericano desde hace tres años.

“Hemos rescatado de los campos de concentración a los 252 venezolanos, que fueron salvajemente torturados, trajimos a uno que perdió un riñón por las palizas”, dijo el líder chavista. “Estos venezolanos fueron secuestrados en Estados Unidos y llevados a El Salvador sin haber cometido ningún delito en ese país. Migrar no es un delito, secuestrar y torturar migrantes sí. Tarde o temprano habrá justicia con Bukele por lo que le han hecho a los migrantes en esos campos de concentración”.

Maduro también dio algunos detalles de quienes estuvieron involucrados en la negociación por los venezolanos que estaban presos en el Cecot. Dio las gracias al presidente Trump, al papa León XIV y al cardenal salvadoreño Gregorio Chávez por las gestiones hechas para las liberaciones en el Cecot. Más temprano, en un comunicado de la Cancillería, se nombraba al ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero como parte de los mediadores de esta negociación que le baja la presión al Gobierno venezolano.

Semanas atrás, medios estadounidenses revelaron parte de estas negociaciones. También afirmaban que había diferencias sobre las concesiones que Washington daría al chavismo entre el enviado especial Richard Grenell, que ya había logrado liberar a seis estadounidenses en febrero, y el secretario de Estado.

Este viernes ha sido Marco Rubio el que confirmó los canjes de los deportados por los estadounidenses y la liberación de presos políticos. Este intercambio confirma que dos gobiernos con relaciones tensas pueden llegar a acuerdos.

Estos meses también se ha sabido de conversaciones sobre el tema petrolero. En mayo, la petrolera Chevron, que los últimos dos años se convirtió en un auxilio financiero para el chavismo, suspendió sus operaciones en Venezuela luego de que Trump no revocara su licencia. Hasta el momento, no se han anunciado cambios en esa situación como parte de este nuevo entendimiento.

En la mañana de este viernes, un avión estadounidense despegó desde Texas con otros 251 venezolanos en el vuelo con deportados número 45 que se ha concretado este año entre Washington y Caracas. El chavismo organizó una marcha en Caracas para recibirlos.

En el grupo regresaron 7 de los 32 niños venezolanos que han quedado solos en Estados Unidos por la deportación de sus padres. Se trata Gloryannys Machado (1 año); Ethan Padilla (2); Mía Rodríguez (4); Milan Alejandro Salas (4); Marelbis Parra (9); y Kendra de Los Ángeles Salas (12).