
e esfumaron los combustibles en varios surtidores del país y el presidente de YPFB, Armin Dorgathen, quien tiene una orden de aprehensión que no ha sido ejecutada por la Policía. En una semana se realizará la votación en segunda vuelta y hay incertidumbre por el agravamiento de la crisis energética.
En su última aparición pública, Dorgathen, dijo que la nueva crisis de gasolina y diésel se resolvería hasta este sábado, pero le mintió al país porque la anunciada normalización en el abastecimiento no llegó y la máxima autoridad de YPFB no es ubicada desde hace varios días.
Las largas filas por combustibles se mantuvieron este domingo en los diferentes departamentos del país. Los conductores esperan por horas dentro de sus vehículos para abastecerse de diésel o gasolina.

En Cochabamba, en un recorrido por diferentes estaciones de servicio, la red Unitel constató cómo decenas de vehículos, principalmente del transporte urbano, se encontraban parados en fila esperando a que el combustible llegue a los surtidores.
“Ya estamos aquí dos días, pero hay que seguir nomás, no hay otra, hoy domingo estamos aquí y mañana (lunes) recién vamos a cargar”, contó uno de los conductores.
Aún se aguarda un nuevo pronunciamiento de las autoridades del sector de hidrocarburos para que aclaren que pasará con la dotación de diésel y gasolina en los próximos días, ya que no se ha informado de la llegada de buques a la terminal Sica Sica en Arica ni del traslado de carburantes a territorio nacional desde algún país vecino.

“Tenemos que quedarnos unos 2 o 3 días durmiendo (en su vehículo) para poder alcanzar al diésel, nos toca quedarnos domingo, a veces cargamos, a veces no cargamos. La situación está fea, un perjuicio”, indicó otro chofer.
En la ciudad de Santa Cruz, los conductores de micros pidieron al Gobierno normalizar la dotación de carburantes, ya que afirman que esto no les permite realizar su trabajo con normalidad.
“Dos horas ya estoy, nos perjudicamos, mediodía no he trabajado, mañana nomás a trabajar, si cargamos, sino cargamos no”, señaló un micrero.
“Así trabajo, tres vueltas y a buscar diésel para trabajar otra vez mañana, que se normalice (el abastecimiento) lo más pronto posible”, dijo otro conductor,
La situación en las ciudades de La Paz y El Alto es la misma. Extensas filas de vehículos de todo tipo y tamaño rodean las estaciones de servicio, varias de las cuales estaban cerradas con conos porque no cuentan con combustibles para la venta.