
egún la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Bolivia cerrará el 2024 con un crecimiento económico del 1,7%, cifra que representa menos de la mitad de lo proyectado por el Gobierno, es decir un 3,71%.
La proyección de la Cepal fue plasmada en el informe denominado Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2024, el cual proyecta que el crecimiento económico de la región se mantendrá bajo y alcanzará una tasa del 2,2% (promedio), frente al 2,3% registrado en 2023.
Si bien la cifra de la Cepal no está en línea con la previsión del Gobierno, la proyección se acerca con los reportes de otros organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que en este último trimestres del año apuntan a un crecimiento para Bolivia del 1,4% y 1,6%, respectivamente.

Además, el organismo internacional lanzó una proyección para 2025, la cual también está por debajo del promedio regional: la expansión del PIB regional se estima en una tasa del 2,4%, lo que significaría mantener una trayectoria de bajo crecimiento, mientras que el caso de Bolivia se prevé una tasa del 2,1%.
“Durante 2024, se espera una reducción de la inflación en la mayoría de las economías de América Latina y el Caribe. En septiembre, la inflación disminuyó en 23 de las 33 economías de la región (...) En contraste, la inflación aumentó en diez economías, aunque solo en la Argentina y Bolivia el incremento superó los 5 puntos porcentuales”, agrega el reporte.
Para el economista Fernando Romero, el crecimiento económico será uno de los más bajos de la región, y de los últimos años, muy alejado de la meta gubernamental del 3,71%, y cuya cifra podría ser menor si se toma en cuenta la coyuntura económica y política registrada durante el segundo trimestre de 2024.
Romero recordó que se dio en el país un bloqueo de caminos que produjo la pérdida del 1% del PIB, una vigente crisis fiscal, cambiaria, monetaria, comercial, social y política, que se ha traducido en desabastecimiento de carburantes, escasez de divisas y una inflación casi galopante.