
a importación de carburantes y la millonaria subvención de los mismos tiende a incrementarse por falta de producción de petróleo y gas natural en Bolivia, lo que ocasionará que en 2025 se tenga que importar, además de diésel y gasolina, Gas Licuado de Petróleo (GLP), estimó este lunes el experto en hidrocarburos y exministro del área Álvaro Ríos.
Entrevistado por la red Unitel, Ríos explicó que el país ha dejado de porque no se realizaron las inversiones necesarias en exploración desde hace casi una década y la consecuencia será una mayor importación de carburantes, incluido el GLP que es suministrado a la población para su consumo en domicilios, negocios, industrias y otras actividades económicas,
"No puede ser que la situación mejore (refiriéndose a una disminución de la importación y la subvención) porque nuestra producción de gas natural y de condensados de petróleo va a la baja", sentenció el experto y, por tanto, afirmó: "El próximo año vamos a importar GLP y la situación se va a complicar más".
"Como he dicho en varias oportunidades: el 2028 y 2029 vamos a importar gas natural", advirtió el experto en hidrocaburos luego de señalar que en los próximos tres a cuatro años YPFB tendrá que importar el 100% del diésel que se consume en el país y el 80% de gasolina por la "política fallid de exploración en los últimos 15 años".
En cuanto el desabastecimiento de carburantes que se realiza por regiones en el país, Ríos explicó que se trata de un sistema parecido al que implementó Venezuela en los últimos años y afirmó que la razón de fondo es la escasez de dólares para pagar a proveedores intermediarios.
Además, mencionó que Bolivia, al no contar con puertos soberanos sobre el Pacífico, debe pagar un monto adicional por el traslado de los combustibles desde los puertos de los países vecinos hasta el mercado local, encareciendo el producto en más o menos 30 dólares por barril importado.
Sin embargo, Ríos no solamente retrató la situación crítica en la provisión de combustibles actualmente en el país, sino que propuso soluciones para salir de lo que llamó "el hoyo negro energético" en que se encuentra Bolivia. Un solución, dijo, debería ser la autorización al sector privado para que importen los carburantes que requieran e incluso combustibles de alta gama que se utilizan en mercados extranjeros.
El 19 de febrero de este año, uno de los 10 acuerdos firmados entre el gobierno Luis Arce y el empresariado nacional para paliar la crisis cambiaria estableció la realización de una subasta de diésel para los grandes consumidores de ese producto sobre la bases de precios del mercado internacional, pero han pasado tres meses y hasta el momento no se aplicó el acuerdo sobre el diésel.