
os días después del “asalto guerrillero” a Santa Rita, que había sido desalojado por la Policía sin objeciones y sin detenidos de ninguna clase, es decir de desalojarlos (como un hecho sin importancia) y dejarlos impunes, los “interculturales” volvieron al mismo lugar, aunque esta vez a tiros y… reclamando a propietarios y trabajadores, que se retiren del lugar, afirmando que “ya era suyo”. https://eldeber.com.bo/santa-cruz/con-escopetas-y-encapuchados-dijeron-que-no-tienen-miedo-de-nadie-el-dramatico-relato-de-los-trabajadores-atacados-en-santa-rita_522273/
De acuerdo a uno de los trabajadores que estuvieron en condición de “retenidos”, inicialmente pasaron unas 10 o 12 personas en motos, les pareció raro verlos juntos. luego, por otro lado, llegaron unas 40 motos con 2 ocupantes cada una; “todos con escopetas, armados, encapuchados y a varios compañeros los encañonaron, los golpearon y a otro le dispararon” continuó el relato de los trabajadores retenidos….
“La Policía debería entrar allá, refiriéndose a Santagro, reclamó otro de los abusados por los invasores del predio. Nos amenazan todos los días, sostuvo otro de los empleados agredidos a El Deber.
El viernes, al iniciar mi programa “Sin Compostura”, cité a Santa Rita, 5 veces asaltada; Santagro, en poder de los asaltantes hace varios años, como Las Londras.
Santagro está tomada hasta hoy, desde diciembre de 2022. La primera incursión de los avasalladores fue dramática. Golpearon a la gente que trabajaba en el lugar, robaron 1 tractor, 2 camionetas, 5 motos, quemaron una camioneta, robaron combustibles, herbicidas, plaguicidas y hasta los tenedores y las cucharas de la cocina; no dejaron nada que pudiera quedar en su sitio. Dejaron sin trabajo a unas 80 personas. En esa primera ocasión, la Policía los “desalojó”, palabra que es un eufemismo, por eso va entrecomillado, porque es alojado quien es recibido por el propietario y no los asaltantes.
Luego, después de un tiempo, se entraron de nuevo y se dieron a la tarea de apalear y maltratar a los 35 policías que había y volvieron a asentarse sin que nadie, hasta ahora, haga algo para desalojarlos; no digamos los propietarios, que no pueden hacerlo, sino la ley. Tampoco lo hacen los policías que representan al Estado, a su fuerza coercitiva legal… (los propietarios, son la sociedad civil organizada). En ese lugar hubo enfrentamiento armado, heridos de ambos lados y, finalmente, los asaltantes hicieron del lugar su campamento.
Pudiéramos ampliar las veces que se dieron hechos violentos en la misma propiedad, como el ataque a los que patrullaban en el predio, 20 efectivos resultaron heridos. Eso en 2023. Después de un par de nuevas acciones, los delincuentes amparados por el poder político, se quedaron en el sitio que ahora alquilan para que se siembre y coseche; ellos siguen en sus carpas, organizando tomas y extorsiones… nadie los estorba.
En Santagro mandan los avasalladores; manda la ilegalidad asociada al poder político. En un momento se llegó al extremo de que se asentaron en las afueras del predio productivo hasta que lo propietarios cosecharan las 1.800 hectáreas de soya, y que luego las tomarían, porque el Gobierno les había prometido la reversión de las mismas.
Santagro es el núcleo de la guerrilla intercultural masista, en esa estrategia que ya denunciamos como copamiento territorial (provincia Guarayos y la pre Chiquitania) y, consolidación del voto masista que ya se dio en las elecciones fraudulentas de 2019 y de 2020, cuando se hicieron de la mayoría en el Parlamento nacional y, luego, anotaron alta bancada en la Asamblea Legislativa Departamental.
Esa estrategia político-militar, es decir guerrillera, les ha dado resultado y mientras la situación se mantenga de esa manera, nadie va a estar seguro de sus bienes, sus tierras y, por qué no, incluso de su vida.
Dejémoslo claro: mientras esa tierra no sea liberada, mientras no hagan lo dicho por el trabajador de Santa Rita: “deberían entrar allá”, nada estará seguro en la zona.
¿Es casualidad que se entren a Santa Rita por quinta o sexta vez? ¿En este tiempo? Para mí, no es casualidad; es causalidad. Veamos: el MAS gubernamental está perdiendo votos y necesita recuperarlos en al menos un 3,1% para mantener la sigla y reintentar, con este tipo de actos violentos que le den “certezas a la gente”… la izquierda populista sigloveintiunera masista, dividida en el androniquismo, que sigue mirando a Evo Morales como “factor de poder”, como señaló en uno de los debates doña Mariana Prado. El poquito de Del Castillo y la miseria de Eva Copa que está a punto de bajarse de la candidatura.
Necesitan un 25-30% de parlamentarios para evitar, desde el Congreso Nacional el cambio de leyes, de modelo organizativo del Estado y, sobre todo, los 2/3 que permitirían el enjuiciamiento de Morales y Arce que los candidatos no mencionan, pero que se debe hacer, porque la impunidad de los que se deben ir, debe tener un límite legal, los que siguen planteando que se los considere por lo que dicen y no por lo que hacen, debe terminar.
Nada será casual en estos últimos 90 días de Arce y sus inútiles; el país está en la insolvencia; el mismo presidente lo ha reconocido sin citar la palabra, pero admitió la incapacidad/imposibilidad del Estado de abastecer el mercado de combustibles, un mercado que debiera estar abastecido por la empresa estatal YPFB, que vive mendigando a los ministerios que le faciliten dólares para llegar al 70% de la provisión.
Ellos nacionalizaron, Morales y Arce, los hidrocarburos, se gastaron la plata, no invirtieron en prospección, etc. y se dieron la tarea de hacerse cargo de la importación y distribución de los combustibles y no lo hacen porque no tienen plata.
Consecuencia: ellos son los causantes del desabastecimiento y… ponen en evidencia la insolvencia del país. Ellos subieron el dólar por jugar a las “criptomonedas” (aunque después lo hayan negado, es interesante revisar los medios entre febrero y marzo 2025, sobre el tema) y tampoco se logra estabilizar, encareciendo todo en el país.
Estamos como estamos por ellos, por nadie más… pudo ser un buen año, exportaciones de soya (que sigue lenta por la burocracia), de carnes y nada…
¿Será que entienden los dirigentes políticos que estamos en la elección más importante desde el retorno de la democracia, es decir, el 1985?
Carlos Federico Valverde Bravo es periodista.
El presente artículo de opinión es de responsabilidad del autor y no representa necesariamente la línea editorial de Datápolis.bo.