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alleció hace poco el antropólogo escosés Tristan Platt, conocido en algunos círculos universitarios de La Paz, Bolivia. Vivió en el pueblo de Macha (1970-1971), en el norte de Potosí, Bolivia, e intermitentemente en las ciudades de Sucre, La Paz y en Lima, Perú. Posteriormente fue profesor en universidades de Inglaterra, Estados Unidos y Francia. Gracias a sus trabajos en Bolivia, fue exitoso en Europa en un período en que las ideas posmodernistas –llamadas “pachamamistas” en Bolivia– se encontraban de moda en las universidades europeas y de Estados Unidos.

En Bolivia Platt escribió su obra más conocida Estado Boliviano y Ayllu Andino (1982), consistente en el estudio de diversos temas de la larga historia tributaria de los ayllus del norte de Potosí durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. En su estudio, Platt analizó las relaciones conflictuales entre los funcionarios locales del Estado y los ayllus indígenas en los períodos republicano y liberal, así como sobre la discriminación de los ayllus y de los indios por parte de los criollos. Platt describió, asimismo, las malas políticas agrarias y económicas de los gobiernos sucesivos, así como las discriminaciones contra los ayllus y los indios por los funcionarios de los gobiernos locales, que no contribuyeron en particular al desarrollo productivo y agrícola de los ayllus potosinos.

Platt precisa desde un inicio que él no realizó en esta obra “un análisis de la estructura interna del ayllu andino ni del Estado boliviano” (pag. 56). O sea que en este trabajo Platt no realizó en realidad un estudio etnográfico ni antropológico de las poblaciones de los ayllus nor potosinos, como podría creerse, sino en realidad sobre temas adyacentes como los mencionados.

Si Platt hubiera hecho un estudio antropológico y etnográfico de los ayllus mencionados, siguiendo las metodologías tradicionales de estas disciplinas, debiera haber realizado un análisis de su organización interna, de la población, de los diferentes grupos indígenas existentes, de sus relaciones internas de poder y de subordinación, de sus actividades sociales, económicas y familiares. Debería, asimismo, tratar sobre las características de la agricultura, la ganadería, el textil, el tejido, así como sobre las costumbres, las creencias, las artesanías y sobre las relaciones con otros ayllus y con las instituciones locales del Estado. Pero no fue así.

A Tristan Platt le interesó sobre todo describir inicialmente el “eje tributario o punto de articulación fiscal” entre “los ayllus andino-bolivianos y los gobiernos criollo-mestizos”. Platt indica que hasta la ley financiera de 1872, “el presupuesto boliviano era sostenido en gran medida por el tributo o contribución territorial, llamado “tasa”, por los ayllus indígenas, instaurado en el siglo XVI y pagado semestralmente. Platt concluyó su relato de la experiencia tributaria de los ayllus diciendo que “Bolivia se construyó sobre los hombros indígenas”, aunque “estos eran despreciados por los ciudadanos”, cuyas vidas descansaban sobre lo que consideraban la “barbarie indígena”.

Posteriormente, Platt estudia el tema de las relaciones económicas entre el Estado y las actividades productivas de los ayllus. Él destaca que el Estado no reconocía en las décadas de fines del siglo XIX la importancia de la antigua producción mercantil de los ayllus, especialmente del trigo, del maíz y de la harina. Esta producción mostraría, según Platt, que los ayllus no practicaban simplemente una agricultura atrasada orientada solo a la subsistencia “como lo creían equivocadamente las autoridades provinciales y nacionales”.

Platt consideraba que la agricultura de los ayllus tenía un gran potencial, pero que las políticas “librecambistas” de los gobiernos liberales y posteriores trataron más bien de liquidarla en beneficio de la economía de la minería de la plata y del estaño. En esos períodos y en las décadas siguientes las políticas estatales favorecieron más bien las importaciones de los granos mencionados hacia las minas y las ciudades del país relegando el potencial productivo de los ayllus.

Por otra parte, las sucesivas reformas agrarias promovidas por el Estado oligárquico en 1874 primeramente y luego por los nacionalistas del MNR en 1953, constituyeron una continuidad en cuanto al trato y la discriminación a los ayllus indígenas, así como al potencial productivo de los ayllus del Norte de Potosí. Los objetivos de estas reformas agrarias, pretendieron más bien extinguir los ayllus originarios, hacerlos desaparecer, en beneficio de la extensión de la propiedad privada y la producción mercantil campesina, y crear un nuevo sistema impositivo más beneficioso para el Estado central. Las Reformas Agrarias trataban más bien de desarrollar el llamado “capitalismo agrario”, más productivo para las empresas agrícolas, para los productores mestizos, y más rentable para el sistema impositivo del Estado.

La novedad en el caso de la última Reforma Agraria fue que de esta manera se introducía en las tierras usurpadas de los ayllus una multitud de propietarios mestizos con “títulos de propiedad privada” pero en perjuicio de los ayllus.

El objetivo general del gobierno del MNR después de la Reforma Agraria era según Platt, una “ofensiva étnica” que buscaba la creación de un “mestizaje universal” en el campo, en desmedro de los ayllus y de los indios. Se trataba de superar, según los nacionalistas, la supervivencia feudal de las oligarquías dejadas por la colonia, y que el país debía en adelante admitir su propio mestizaje, por lo que en adelante no deberían haber “ni indios ni blancos” ni ayllus. La constante del estudio de Platt es mostrar la existencia durante ese largo periodo del racismo y de la discriminación con los ayllus por parte del Estado y de los gobiernos tanto republicanos, liberales como modernos, incluyendo al “Estado plurinacional”.

El objetivo amplio de Platt era lograr un respeto por los ayllus y por los kuracas, los jefes de los ayllus, así como, más allá, un retorno al ayllu tradicional y su extensión a otras áreas del país.

Los motores sociales de la historia contemporánea local para Platt son los criollos, los mestizos y los indios, y no las clases sociales como las burguesías y las clases medias y bajas. La filosofía de Platt está basada en las razas y no en las clases sociales.

Ciertamente un estudio profundo de las características internas del ayllu hubiera mostrado sus verdaderas potencialidades productivas, económicas y sociales.

Bernardo Corro Barrientos es economista y antropólogo.

El presente artículo de opinión es de responsabilidad del autor y no representa necesariamente la línea editorial de Datápolis.bo.