
Qué palabrita mas usada en la jerga política cruceña! ¡Qué fácil arengarla en tiempos confusos, electorales y oportunistas! ¡Y qué manera de tener adeptos, quienes van repitiendo como loros carreteros: traidor, son traidores, traición a Santa Cruz!
Esa palabrita la usaron con más intensidad los del Comité pro Santa Cruz, cuando un tal Marinkovic era el presidente, años de furia cívica: 2006, 2007, 2008 cuando Evo iniciaba su gestión como presidente de Bolivia y en Santa Cruz hubo paros, marchas contra el gobierno del indígena.
Se quiso imponer el discurso único, al estilo del presidente Bush: el que no está con Santa Cruz es enemigo y traidor, o el que no piensa como nosotros es traidor.
Incluso los cívicos empapelaron la ciudad y los árboles con la lista de los traidores. Ahí estaba mi nombre y apellido. Desde entonces me consideran anticruceño. Pero soy cruceño de tierra adentro, de tierra caliente chaqueña y guaraní. Con orgullo. Y así fueron, en cada época, hacer escuchar bien fuerte esa famosa palabrita.
Camacho de líder cívico la usó a cada momento e incluso le dijo traidor a su vicegobernador, Mario Aguilera, cumpa, fraterno y amigazo de años. El poder los comió.
Pues ahora, Camacho está siendo acusado y apuntado de traidor a Santa Cruz porque no apoyó públicamente al candidato de la derecha radical que perdió la segunda vuelta.
La asambleísta departamental Paola Aguirre, ex de confianza de Camacho, de forma clara y fuerte le dijo que traicionó a sus bases y a Santa Cruz. Está furibunda la mujer.
Pero, ¿acaso ella es dueña de los votos de l@s cruceñ@s? ¿Tiene la potestad de hablar a nombre de los más de 3 millones de habitantes de Santa Cruz? ¿Quién le dio ese derecho de acusar y decir que representa a la verdadera Santa Cruz?
Me vale un centavo las peleas intestinas de Creemos y las opciones políticas del gobernador, con quien no comparto absolutamente nada y como gobernador nos hundió mas en la polarización, la mentira, la demagogia y el retroceso de Santa Cruz en su liderazgo político.
Pero, que Aguirre y miles de seguidores en las redes sociales se den el lujo de definir quién es o no traidor, por el hecho de pensar y elegir otras opciones políticas que no sea la de la dupla Quiroga-Velasco, refleja su intolerancia y chatura como seres humanos.
Santa Cruz es diversa, plural, hermosa, multicultural, donde todos tenemos el derecho de tener una opción política: derecha, izquierda, centro, facho, trotsko o ser ateos o católicos o evangélicos.
Nadie nos puede arrebatar ese derecho de pensar, de opinar, de elegir, de ser libres y no estar sometidos a discursos únicos o a estrategias de miedo con la cantaleta de que sos un traidor.
Hernán Cabrera Maraz es periodista y filósofo.
El presente artículo de opinión es de responsabilidad del autor y no representa necesariamente la línea editorial de Datápolis.bo.
