
ientras el sistema político nacional concentra sus acciones en las actividades electorales buscando el poder de manera dispersa, la aguda crisis económica está a punto provocan desesperación en los sectores sociales que hacen filas para combustibles y productos de la canasta básica, protagonizan marchas de protesta y ven impotentes cómo el dólar paralelo trepa a casi el doble de la cotización oficial.
Cientos de cooperativistas mineros auríferos marcharon este jueves desde El Alto hacia el centro de La Paz exigiendo al gobierno de Luis Arce la provisión de diésel porque sus actividades, muchas de ellas de carácter ilegal en el norte del departamento paceño, se han paralizado por la falta del carburante.
La ruidosa movilización de los cooperativistas auríferos pasó por surtidores con kilométricas filas de vehículos que no solo buscan diésel, también gasolinas, combustibles que escasean en las estaciones de servicio, varias de ellas cerradas por horas porque no tienen productos energéticos para vender, ya que el abastecimiento es cercana al cuentagotas.

Los mineros cooperativistas se encontraron en las calles con otros sectores, también movilizados, y decidieron realizar una asamblea en predios del Coliseo Cerrado, en pleno centro de La Paz para debatir y aprobar nuevas medidas de presión para la normalización de la distribución de carburantes.
Entre tanto, miles de conductores hacen filas con sus vehículos por incluso días para recibir gasolina o diésel que, además de escasos, ha sido criticados por los consumidores por la aplicación de sustancias que les cambian el color, alteran su poder energético y malogran los motores de vehículos grandes y pequeños.
Las filas no son exclusivas en los surtidores de las principales ciudades del país. En capitales como La Paz, también han comenzado a surgir largas colas de personas que madrugan para conseguir aceite, arroz, fideos, harina y otros productos de primera necesidad cuyos prescios suben todos los días por el encarecimiento del dólar en el merado paralelo, según los comerciantes.
Y es que analistas económicos y representantes de sectores productivos denunciaron que el alza hasta cruzar la barrera de los 20 bolivianos por cada dólar en los mercados virtuales y en las esquinas ocupadas por librecambistas se debe a que entidades estatales están demandando grandes cantidades de criptomonedas para convertirlas en dólares estadounidenses y cubrir obligaciones como la compra de carburantes y subvencionar su venta en el país.
Autoridades del gobierno de Arce no han negado la demanda de dólares en los mercados virtuales, y tampoco han desarrollado otras iniciativas para frenar el incremento de precios de productos básicos, la subida del dólar a niveles no vistos no los últimos 40 años, la regularización en la provisión de combustibles.
Arce declinó el martes a su candidatura a la reelección presidencial, pero cuando se esperaba que se dedique a atender los problemas urgentes del país, sigue abocado al proceso político-electoral, mientras Bolivia camina al caos económico y social.