
os dias después de la fuerte caída que sufrió en las gradas de un hotel de Santa Cruz, el jefe del MAS, Evo Morales, sostuvo este viernes que recibió llamadas de algunos de sus seguidores llorando y dijo que sus adversarios políticos internos estarían felices con el incidente.
“No fue muy grave”, aseguró Morales. “Reaccioné rápidamente, pero más me resbalé”.
Contó que la aparatosa caída fue por un “descuido personal”. Agradeció a sus simpatizantes por la solidaridad y muestras de apoyo que le brindaron. “Hubo algunos compañeros que me llamaron llorando” a quienes “les digo que estoy muy bien”.
Comentó que durante la conferencia de prensa que brindó el miércoles en la capital cruceña, se produjo una corta llovizna y salió apurado de salón. Explicó que producto de sus calzados que no era los adecuados y terminó resbalando.
“Tuve un dolor, me golpeé”, dijo tras señalar que cayó unos cuatro escalones, resaltando que la situación pudo haber sido peor, pero tiene los “reflejos” intactos por su hábito de “hacer deporte”. "Los médicos se asustaron, pedían tomografía”, contó.
Sobre las repercusiones, Morales remarcó que, “aunque algunos quieren que esté botado, estoy preparado, no se preocupen”.
”Gracias por la solidaridad. Algunos seguramente deben estar felices (por mi caída), pero estamos muy bien”, apuntó el caudillo del MAS.
El miércoles protagonizó una conferencia de prensa para criticar los anuncios del presidente Luis Arce de un referéndum para consultar tres temas: subvención de hidrocarburos, reparto de escaños parlamentarios y reelección presidencial.