
na semana de matices y contrastes diferentes. Alegrías, tristezas y resignaciones y en solo 2 noches de presencia boliviana en torneos internacionales. Se cerraron simultáneamente los capítulos de fase de grupos en la Libertadores y la Sudamericana con un extraño sentimiento de satisfacción y deudas pendientes, también, sobre todo desde el punto de vista de la producción futbolística.
Surgirán siempre las preguntas: ¿Se habría podido más? ¿Los equipos que se mantienen en los torneos cumplieron con su afición? ¿Los eliminados tenían para más? ¿Hasta donde alcanzará lo que consiguieron? ¿Qué esperar de los que avanzaron? ¿Qué harán los que quedaron en el camino? ¿A quiénes les preocupa el futuro? ¿Qué se sigue aprendiendo de las goleadas?
Tantas preguntas como sean necesarias. Es por ello que esta columna la dividimos con un título bien cinematográfico y parafraseando el trabajo del director italiano Sergio Leone: Lo bueno, lo malo y lo feo.
LO BUENO
Bolívar clasificado a octavos de final como primero en su grupo, 13 puntos en 6 partidos. 9 de local, 4 de visitante. Puntaje perfecto jugando de local, una victoria de visitante y por goleada, un empate fuera de casa y una derrota para el olvido en Brasil. La Academia marca un registro muy bueno en esta campaña internacional de Libertadores.
Así como va el equipo celeste, tiene grandes opciones de seguir avanzando, regalando a su hinchada la ilusión de escribir una nueva historia. Tiene elemento humano para ello y además el apoyo de su presidente de adelantar días atrás que se necesita reforzar el equipo y encarar de mejor forma la siguiente fase del torneo.
The Strongest también viene cumpliendo una gran labor en la Copa Libertadores, asegurando con anticipación su pase a octavos y sabiendo que cruza una racha extraña en este momento. Sin jugar bien y haciendo lo estrictamente necesario, logra ganar partidos y demostrando que, con lo justo, se puede. Pensamiento pragmático que lo mantiene en la competencia internacional y logrando además seguir de protagonista en el campeonato de la División Profesional de Bolivia.
Esta campaña “a lo Tigre” lo tiene hoy en la siguiente instancia de la Copa. Su dirigencia, cuerpo técnico, los propios jugadores, tienen satisfecha a su afición, siendo prácticos y aprovechando su momento. El fútbol es así muchas veces, la antítesis de lo lógico. A diferencia de Bolívar, su dirigencia no piensa en hacer cambios y menos en este momento reforzar al equipo. Con lo que tienen les basta y no moverán nada de lo que hasta ahora les ha servido para estar donde están y continuarán apostando a ese modo y forma de fútbol.
Always Ready se afianzó más en la Copa Sudamericana, en relación a la Libertadores. El torneo paralelo les sentó bien, pues llegaron con buen ritmo a este campeonato y se manejaron futbolísticamente mejor. Los resultados conseguidos son la muestra clara de ello. Superaron con mucha autoridad la etapa y solo esperan la siguiente instancia para ver cómo les irá y ver si pueden generar más resultados positivos.
Será una incógnita saber si su dirigencia decide hacer algunos “retoques” para lo que viene o se conformarán con lo que hasta el momento les ha mostrado el equipo. Dependerá de un análisis que se haga aprovechando el receso por la Copa América y el reinicio de la competencia internacional y el certamen local del todos contra todos.
LO MALO
Nacional Potosí, reaccionó tarde en su presencia internacional dentro la Copa Sudamericana. Le faltó asegurar un mejor trabajo de la dirección técnica a principios de año. Con Claudio Biaggio no estaban convencidos: los jugadores, la dirigencia, la hinchada potosina y ni el propio entrenador. Resultado, una campaña que no arrancó bien; se cambió al técnico y los resultados mejoraron, más ya era tarde. Alberto Illánes debería quedarse, ahora que el equipo logró afianzarse a un patrón de juego. Eso se irá notando en el torneo boliviano.
Real Tomayapo fue pura voluntad, le faltó presupuesto para armar un cuadro acorde a la exigencia internacional de la Copa Sudamericana. Sin embargo, dio pelea hasta el final. Muchas cosas le jugaron en contra, incluso el cambio de ciudad de un momento a otro, por no estar bien el Estadio IV Centenario de Tarija. Ojalá le sirva este tipo de imponderables a su dirigencia para tomar la responsabilidad de encarar este tipo de desafíos con mayor sentimiento de riesgo en la inversión al momento de armar el equipo.
LO FEO
No podemos dejar de lado las duras goleadas recibidas en los campeonatos de Libertadores y Sudamericana. Hacerlo sería una irresponsabilidad si uno quiere ser objetivo al momento de emitir criterios. Que duro es lamentar ver perder a los equipos bolivianos; mucho más cuando los resultados adversos son abultados, exagerados, tristes. Eso denota un rendimiento bajísimo, una producción impresentable. Detalle del que los bolivianos estamos acostumbrados, pero también cansados. Hay que trabajar en ello para no seguir sufriendo con lo mismo.
Bolívar, The Strongest, Always Ready, Nacional Potosí; recibieron de a 4 goles en esta fase de grupos. Es cierto que las condiciones de unos y de otros son diferentes. Que unos siguen y otro fue eliminado, pero ese momento de salir goleado del encuentro entristece y preocupa a todos. Ojalá no siga pasando. Uno piensa que los tiempos cambian y que generalmente son para bien. El duro “revés” de las goleadas parecen ser recurrentes y de nunca acabar.
Éxitos de todo corazón a los equipos que inscribieron su nombre en las siguientes instancias de los torneos internacionales este año. Queremos que continúen en competencia, buscando anheladamente un título y hacer historia. Esa que hasta el momento ninguno a escrito coronando su campaña.
Gonzalo Gorritti es periodista deportivo.
El presente artículo de opinión es de responsabilidad del autor y no representa necesariamente la línea editorial de Datápolis.bo.